Desde nuestro taller os vamos a dar unos consejos para que MIMÉIS vuestras piezas únicas, esas piezas que son tan personales y de las que sólo vosotros sabéis la historia que llevan en ellas.
Las piezas realizadas en el taller de Loló Diseños se convierten en una parte de nosotros ya que las adoramos y veneramos por el significado que tienen, son más que un valor económico son un momento especial en nuestras vidas o un recuerdo de una persona especial.
Una joya tiene que mimarse siempre, sea cual sea el material del que están elaboradas, ya que son piezas delicadas y de gran valor tanto material como sentimental, por eso debemos cuidarlas al máximo.
Debemos evitar siempre el contacto de la joya con productos cosméticos, con productos de limpieza, etc… ya que pueden hacer que tu pieza pierda el brillo u oscurezca el color debido a la abrasión producida por los componentes químicos. Incluso el ph de nuestra piel puede alterar el metal.
Las piedras y perlas también se pueden deteriorar con el contacto de productos químicos, cremas, alcohol, etc, e incluso por los cambios bruscos de temperatura, por lo que es bueno evitar fuentes directas de calor como radiadores, luz, etc.
Para una correcta conservación de la joya una opción es guardarla individualmente en un joyero envuelta en papel de seda o en una tela, u otra opción sería envolverla y guardarla en su propia caja. Las cadenas mejor guardarlas estiradas y cerradas para evitar nudos imposibles de deshacer.


¿Sabéis que el diamante es la piedra más dura que hay? Por este motivo debe estar separado del resto de las joyas, ya que debido a su dureza puede estropear y dañar el metal de otras piezas.
Si vuestra pieza es de plata y se pone negra no penséis que es de mala calidad, ¡es todo lo contrario!
Debéis dirigiros a nuestros profesionales para que os la limpien, pero si no podéis acercaros a nosotros os vamos a dar un truco casero y rápido para mantener vuestras piezas de plata intactas como el primer día y con ingredientes que todos tenemos en casa. Sólo vamos a necesitar agua caliente, sal, papel de aluminio y un recipiente.
Lo primero que haremos será forrar un recipiente con papel de aluminio formando un “tipo cuenco”, echamos en el cuenco de aluminio agua caliente y diluimos la sal, a continuación sumergimos la pieza de plata en el agua con sal, dejamos pasar un tiempo y tendrás tu pieza limpia y lista para ponerla de nuevo.